Poda de verano
La finalidad de la poda durante los meses de verano es dar vida a las plantas. Gracias a esta acción se consigue eliminar tallos con deformaciones o ramas que dificultan su crecimiento.
Muchos arbustos florecen en primavera, por lo que ya no florecerán en abril y junio. Durante el verano, los lirios, las mahonias, los retos, las mimosas o las camelias, entre otras especies, necesitan más atención. Además, necesitan más agua para evitar que se sequen por el calor.
Ventajas de la poda de verano
– Con la poda de verano favorecemos el crecimiento de nuevos brotes. En algunos árboles frutales, como el manzano o el níspero, la poda de las ramas en verano provoca la aparición de nuevos brotes y la multiplicación de las flores.
– Las enfermedades también se pueden prevenir cortando los tallos principales y laterales durante el verano, ya que se promoverá la circulación de aire.
Jardineras
Los árboles frutales son una parte integral de muchos jardines. En este caso, son posibles dos podas de verano: una poda temprana y una poda tardía. La primera se da en junio, cuando el árbol se encuentra en un momento de gran crecimiento.
La poda tardía se puede hacer en agosto, en árboles muy cargados de fruta. Esto ayudará a detener el crecimiento no deseado y ayudará a reducir el tamaño de las ramas.
Los manzanos, perales y ciruelos se pueden podar durante su período de latencia, mientras que los melocotoneros y los albaricoqueros se pueden podar durante el crecimiento de las yemas.
Prevención de enfermedades
Como la poda se realiza en verano y las temperaturas son cálidas, los cortes pueden sanar rápidamente y reducir el riesgo de introducción o propagación. enfermedades de las plantas Además, la luz y la circulación del aire reducen el riesgo de enfermedades fúngicas.
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Favorece el desarrollo de ramas más fuertes
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Rosas
Durante el verano, las rosas ya tienen un largo periodo de floración, por lo que en esta época suelen estar más débiles. Se recomienda podar los rosales durante el verano para eliminar los retoños, cortar los brotes demasiado largos a la mitad de su longitud, así como todas las flores secas. El ciclo natural de floración es el de la fruta, pero esto priva a la planta de mucha fuerza y limita su posterior floración.
Además, debes aprovechar para cortar los brotes marchitos que ya se hayan secado, para así dar más fuerza a los nuevos brotes y permitir que la planta concentre su fuerza en la nueva flor del rosal. .
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