Poda de lavanda en maceta - Antes de iniciar el desarrollo y ver de qué forma se corta la lavanda, es esencial distinguir tres partes básicas de la planta que asimismo afectan a la manera de cortarla.

Poda de lavanda en maceta

Antes de iniciar el desarrollo y ver de qué forma se corta la lavanda, es esencial distinguir tres partes básicas de la planta que asimismo afectan a la manera de cortarla.

8.023 Comentarios JEO outdoor ZEM JO0001 – Tijeras de podar expertos…

Anomalías de la salud.

La mácula foliar por Septoria es un hongo que desgasta las plantas a objetivos del verano y principios del otoño. Elige condiciones mojadas y húmedas.

Otro síntoma de la mácula foliar por Septoria son las máculas redondas en las hojas. El viento extiende esta patología fúngica.

El primer año de poda de lavanda

Lo más esencial que has de saber es que no debes recortar la parte leñosa del tallo. Si cortas la parte leñosa, posiblemente no vuelvan a brotar.

flor

Identifique dónde la sección leñosa se transforma en un desarrollo verde despacio, entonces pode unos 3 a 5 cm sobre eso. planta podrida

Plantando las semillas

Es conveniente plantar semillas de lavanda en otoño, para explotar el tiempo temperado. Empieza mejorando la tierra con el sustrato y cava pozos en la tierra, para ir poniendo las semillas dentro de a poco y después taparlas de nuevo. Asimismo puede decantarse por cultivar de manera directa los tallos de la planta, asegurándose de que tengan por lo menos diez centímetros de largo.

¿De qué manera regar la lavanda?

Por su carácter rural, la Lavanda en la naturaleza puede aguantar aun periodos sin agua. Eso sí, deberemos prestar atención a su patrón hídrico, más que nada en los meses de desarrollo en los que deberemos aportarle un riego moderado. Es esencial regarla, eludiendo siempre y en todo momento remojar sus ramas y flores, en tanto que si lo hacemos se corre el peligro de que se multipliquen los hongos en la planta.

A lo largo de los meses de frío, espaciaremos los riegos y los dirigiremos hacia las horas centrales del día para eludir, con la llegada de la noche, que tus raíces aún logren guardar humedad. En los meses de calor, lo idóneo es regar de manera regular una vez a la semana y siempre y cuando el sustrato esté seco antes de finalizar (si aún retiene humedad, vamos a esperar un tanto mucho más antes de regresar a regar).

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